Probando la mascarilla violeta TIGI Catwalk Fashionista
No me gusta nada teñirme o hacerme mechas en verano pero este año tenía una boda en julio así que no tenía más remedio. Tampoco era plan de aparecer en una celebración de ese calibre con unos pelos horrorosos.
Días después me fui a la playa y, aunque soy de las que protege también el pelo del sol, la sal y el cloro con productos específicos, con el paso de los días fui notando que el rubio de mis mechas comenzaba a coger un tono anaranjado que no me gustaba nada de nada.
Así que buscando opiniones por la red, encontré la solución en una de esas mascarillas violetas de las que tanto habla la gente, en concreto, TIGI Catwalk Fashionista.
¿Para qué sirve?
Pues como te decía, la mascarilla TIGI Catwalk Fashionista está indicada para nutrir y proteger los cabellos rubios o con mechas de este tono.
Además, el tono violeta ayuda a matizar el cabello para acabar con ese rubio anaranjado o «rubio pollo» tan poco favorecedores que aparece en los cabellos rubios con el paso de las semanas.
Otra de las ventajas de esta mascarilla es que está formulada a base de ingredientes que alisan la cutícula del cabello y aportan brillo para dar un aspecto más saludable al cabello.
Y lo mejor de todo. TIGI Catwalk Fashionista Violet Mask protege el pelo del calor, las roturas y todo tipo de daños medioambientales como, por ejemplo, los producidos por el sol o la contaminación.
Dos formatos
Lo mejor de esta mascarilla es que está disponible en dos formatos; uno de 200 gramos y otro de 580 gramos. En mi caso, escogí el de 200 ml en primer lugar porque tengo el pelo corto y uso menos cantidad y lo segundo porque no sabía cómo me iba a ir la mascarilla ya que había escuchado que el champú de la misma línea podía ser un poco agresivo para el cuero cabelludo.
Yo la compré a través de Amazón. El bote de 200 gramos me costó unos 14€ mientras que el de 580 gramos tiene un precio de unos 35€.
Su aplicación
Como os decía, esta línea también cuenta con un champú. De hecho, se recomienda usarlo antes de la mascarilla para mejorar su efectividad.
Pero como yo leí que era un poco agresivo y teniendo en cuenta que mi cuero cabelludo es bastante sensible preferí saltarme ese paso y aplicar sólo la mascarilla.
Tal y como se recomienda, me pongo la mascarilla una vez a la semana después de lavar el cabello y quitarle el exceso de humedad con una toalla. Después me aplica la mascarilla por todo el cabello menos en la raíz para no engrasar, espero 5 minutos (aunque se puede tener más tiempo) y finalmente lo aclaro muy bien con agua templada tirando a fría.
El resultado
Aunque el resultado no es sorprendente, es decir, no te devuelve el rubio que tenías cuando saliste de la peluquería, hay que reconocer que es bastante aceptable y ayuda a disminuir el «rubio pollo».
Después de aplicarlo y secar el pelo, ya no noto que el tono de rubio esté tan apagado y, sobe todo, el brillo que aporta esta mascarilla es espectacular.
En mi opinión, la mascarilla violeta TIGI Catwalk Fashionista es una opción perfecta y más respetuosa con el cabello en caso de que no quieras recurrir a un tinte que siempre suele ser más agresivo.
Y, si quieres un resultado más notable y tu cuero cabelludo no es muy delicado, te recomiendo que uses también el champú.