Descubriendo más sobre vino y cosmética en la Vendimia Chic de Esdor

Hace una semana tuve la oportunidad de vivir una experiencia una, la Vendimia Chic de Esdor, en la que aprendí mucho sobre vino y cosmética.
Y digo única porque soy una amante incondicional del vino y de todo lo que lo rodea por lo que conocer un poco más acerca de su historia, su elaboración y descubrir el papel fundamental que la uva tiene en la elaboración de los productos cosméticos de Esdor para mí ha sido toda una experiencia.
Además, tuve la oportunidad de disfrutar este fabuloso viaje con unas excelentes compañeras que hicieron que el día fuera aún más inolvidable y especial gracias a las anécdotas que vivimos en él.
Conociendo la bodega Emina
A las 9.30 de la mañana, en la madrileña estación de Atocha, comenzaba nuestro viaje hacia la Bodega Emina que se encuentra situada en Valbuena del Duero (Valladolid).
Esta bodega es una de las muchas que forman parte del Grupo Matarromera de la que Carlos Moro es presidente es fundador y presidente. Durante la visita a la bodega tuvimos el placer de conocerle y parece una persona encantadora.
Al bajar del minibus lo que más me llamó la atención fue la belleza de las cepas que, aunque habían sido ya prácticamente vendimiadas conservaban toda su belleza.
Además, el soleado y despejado día contribuyeron a hacer este paisaje aún más hermoso. Hacía mucho calor, eso sí, pero al menos pudimos disfrutar del día con un tiempo estupendo.
Visita al Museo de la bodega
Después de un largo viaje, nuestras anfitrionas de Esdor nos deleitaron con un excelente vino sin alcohol, en concreto el frizzante blanco Win.0 que ha sido creado en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer y cuyos beneficios derivados de su venta van destinados a luchar contra esta enfermedad.
Tanto si podéis o no beber alcohol, os recomiendo que probéis esta variedad porque está riquísima y además estaréis contribuyendo con una buena causa.
Volviendo a la visita, después de tomar este vino tan rico y refrescante acompañado de un queso delicioso, subimos al museo de la bodega en el que descubrimos algunas curiosidades sobre el proceso de elaboración y la historia del vino y, además, nos desvelaron el por qué del nombre de la bodega (la Hemina o Emina era una medida de volumen utilizada antiguamente en las provincias de Castilla y León).
La Cosmeticata o la sinergia entre vino y cosmética
La siguiente parada de nuestra visita fue la Sala de Catas en la que nos explicaron cómo se elaboran los cosméticos de la marca Esdor que combina el poder antioxidante de los polifenoles de la uva tinta con activos naturales de alta cosmética como:
- EMINOL® Extracto Polifenólico de Uva Tinta: un antioxidante que ayuda a neutralizar la acción de los radicales libres, principales culpables del envejecimiento de la piel.
- Pepita de Uva Verdejo, aromática y rica en antioxidantes.
- Aceite de Pepita de Uva, antioxidante, emoliente y muy nutritivo.
- Agua de Uva, tonificante, hidratante y rica en minerales.
- Aceite de Oliva, procedente de olivos propios, con un alto poder emoliente.
(Por cierto, hago un inciso para deciros que si tenéis oportunidad probéis el aceite de elaboración propia del Grupo Matarromera porque tiene una sabor increíble. De hecho, me quedé con las ganas de comprar una botella pero con las prisas de última hora, al final se me olvidó).
Además, hay que destacar que los productos de Esdor no contienen parabenos, siliconas ni han sido testados en animales.
Tras conocer un poco más sobre los productos, que no son nuevos para mí (de hecho, son de mis favoritos, sobre todo el exfoliante y la manteca corporal) pasamos directamente a la cosmética.
Primero catamos un vino blanco analizando su color, su aroma y su sabor y después probamos el mítico exfoliante de Esdor hecho a base de pepitas de uva verdejo.
Repetimos el mismo ritual con el vino tinto pero esta vez el producto escogido fue el Sérum Detox Global que tiene una textura increíble y que contiene polifenoles de uva tinta.
Salimos encantadas de allí y con una buena dosis de vino en el cuerpo. Ahora tocaba vendimiar, a ver qué tal se daba.
Vendimiar también puede ser chic
Llegaba la hora de la vendimia pero no lo podíamos hacer de cualquier manera teniendo en cuenta que se trataba de una vendimia chic así que algunas marcas como Surkana, Stella Rittwagen y Superga quisieron contribuir con esta labor.
Surkana nos obsequió con una preciosa pashmina, Stella Rittwagen con unos de sus famosos capazos y Superga con una cómodas zapatillas que doy fe de que, sin duda, voy a usar mucho porque son muy cómodas.
Y una vez equipadas, nos dirigimos hacia las cepas para vendimiar algunos de los racimos de uva que aún quedaban en ellas.
La verdad es que no se dio mal pero el calor era insoportable y el hambre comenzaba a notarse así que era hora de comer y volver a Madrid.
Reponiendo fuerzas para el viaje de vuelta
Llegaba uno de los mejores momentos, la comida que, por supuesto, estuvo regada con los vinos de la bodega.
Había estado soñando con degustar el famoso lechazo del restaurante de la bodega desde que me enteré de que iba al viaje y, tras unos entrantes muy ricos (cecina, queso y verduras a la parrilla) llegó ese momento tan esperado. Y la espera mereció la pena.
El asado estaba en su punto y prácticamente se deshacía en la boca. ¡Una maravilla! (Espero que no estés leyendo esto con el estómago vacío…).
Y, tras un postre de tarta de queso acompañada de helado con pistachos, pusimos fin a esta experiencia tan maravillosa y volvimos a Madrid cansadas pero compartiendo risas en el autobús.
¿Qué te ha parecido la crónica del viaje?
Qué maravilla de evento !!!
Besitos