¿Por qué se cae el cabello después del parto y la lactancia?

El embarazo es una de las etapas más bonitas que vive una mujer aunque, siendo realistas, no todo es de color de rosa.

Tal y como os hablaba en el post ‘La “idílica” lactancia‘ no todo es tan bonito como lo pintan ni tampoco tan terrible así que, una vez más, espero poder ayudaros a esas mamás primerizas que estéis tan perdidas como yo lo estaba en su momento.

Una de las cosas más traumáticas que sufrí después del parto y la lactancia fue la caída del cabello.


Me habían hablado de ello pero nunca pensé que me fuera a pasar a mí y de esa manera.

Y aún más teniendo en cuenta que, durante el embarazo, tenía el pelo mejor que nunca, con un volumen y un brillo que antes no tenía.

Pero ésto era un espejismo y ahora os voy a explicar el por qué.

Debido a los cambios hormonales que sufrimos cuando nos quedamos embarazadas, nuestro cuerpo está revolucionado. La progesterona, los estrogenos y, al final del embarazo, la prolactina y la oxitocina aumentan sus niveles.

Ésto provoca que durante el embarazo la caída del cabello se estanque y sea menor. Incluso, durante los últimos meses la cantidad de cabello que crece es mayor de lo habitual (de ahí que yo notara más volumen).

Pero, cuando se ha dado a luz, estos niveles disminuyen, provocando la caída del cabello.

Una caída que no suele durar más de 6 meses que es lo que tarda el pelo en volver a su ciclo normal de crecimiento aunque hay casos en los que esta situación puede alargarse debido a una pérdida de sangre durante el parto o por la presencia de la prolactina durante la lactancia.

¿La solución? 

Pues a mí me dijeron que tuviera paciencia porque el pelo como se había ido volvería pero yo no me quedé de brazos cruzados tal y como os explicaba en el post ‘Mi terapia para fortalecer el cabello‘.

Una de las primeras medidas que tomé para fortalecer el cabello desde la raíz fue comenzar a tomar levadura de cerveza. También usaba un champú fortificante y, además, un tratamiento específico para fortalecer el cabello y evitar su caída. 

Y la verdad es que en unas semanas comencé a notar la mejoría y, hoy por hoy, aquello sólo es un mal recuerdo.