Que no te importe lo que digan

En este post no os voy a hablar de ningún producto o tratamiento de belleza aunque sí que tiene que ver con la belleza.

Estos días se está hablando mucho acerca del aumento de peso de Tania Llasera y la verdad es que es un tema que me estaba comiendo por dentro y, ante todo, considero que el blog es el mejor sitio para expresar lo que opino acerca de este tema que ya huele.

Todos tenemos defectos y cosas que nos gustan de nuestro cuerpo y ésto es algo que le pasa hasta a las celebrities más bellas o incluso a las top models a las que vemos perfectos.

Demasiado alta, demasiado baja, la nariz grande, la nariz pequeña, que tengo el pelo rizado y me gustaría tenerlo liso, y así un largo etcétera que se podría extender hasta el infinito.

El tema es que, si todos tenemos complejos, no entiendo porque hay gente que se ceba con la gente.

A ver no voy a decir que sea una santa. Todos hemos criticado alguna vez.

El problema viene cuando es una crítica directa y con muy poco tacto o sensibilidad como es el caso de Tania Llasera de la que incluso se ha dicho que tiene obesidad mórbida.

Y tal y como ella ha escrito en su blog su aumento de peso tiene un motivo y es que ha dejado de fumar (los que habéis pasado por ello sabréis la ansiedad que provoca).

Pero es más fácil criticar. Y hacerlo atacando sin preocuparse del daño que se le pueda hacer a la otra persona.

Nadie es perfecto eso nos tiene que quedar muy claro y, antes de hablar, esa gente debería mirarse en el espejo para ver sus defectos.

Cada persona es bella tal y como es y lo importante es que se sienta feliz con su cuerpo y consigo misma – quitando que el sobrepeso nos pueda llevar a un problema grave de salud, claro está.

Y aunque podemos mejorar nuestra apariencia física perdiendo peso, mediante tratamientos, cosméticos o cirugía, lo cierto es que no debemos obsesionarnos con la perfección porque no existe y cada uno la percibimos de una manera.





Lo que a mí me parece bonito a otra persona le puede parecer feo así que lo mejor es aceptarse uno mismo tal y como es.





Y, para finalizar, quedaros siempre con esta frase de la canción Beautiful de Christina Aguilera, una de mis favoritas, que versa así: