Psicodermatología: Así influyen el estrés y la ansiedad en tu piel
¿Sabías que el estrés y la ansiedad son dos de los principales enemigos de tu piel? Aquí te cuento cómo te pueden afectar y comparto las declaraciones de cosmetólogas y expertas en belleza especializadas en este asunto.
Sabemos que los rayos UVA o la contaminación afectan negativamente al estado de la piel, pero, ¿qué ocurre con el estrés o la ansiedad? Pues más de lo mismo.
Seguramente te suene alguna de estas situaciones. Sufres más estrés en el trabajo y te ha salido un pequeño sarpullido que te trae por la calle de la amargura. O tienes esa cita importante que llevas semanas preparando y ahí está el dichoso granito arruinándote el plan.
Y es que las emociones como el estrés o la ansiedad están estrechamente relacionadas con el estado de la piel. Por eso, es muy normal que en épocas complicadas notes que está más sensible o, incluso, tengas un brote de acné.
A continuación, las expertas en belleza de reconocidas marcas de cosmética, te explican qué es la psicodermatología, como afecta a tu piel y cuáles son los mejores productos para combatir los efectos del estrés y la ansiedad.
¿Qué es la psicodermatología?
Es una disciplina médica que analiza la conexión entre la mente y la piel. Como bien explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, “a través de psicodermatología se estudia cómo los factores psicológicos como el estrés y la ansiedad pueden afectar la salud de la piel y cómo las afecciones cutáneas pueden, a su vez, influir en el bienestar mental”.
“La piel y el sistema nervioso están íntimamente relacionados desde el desarrollo embrionario”, afirma Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Por este motivo, las emociones pueden tener un impacto directo en la salud de nuestra piel. “El estrés y la ansiedad, en particular, juegan un papel crucial en esta interacción”, añade la directora dermocosmética de Medik8.
¿Cómo siente tu piel el estrés y la ansiedad?
Ante situaciones de mucha tensión, nuestro cuerpo reacciona y, aunque no lo aprecies, esto provoca que la piel se inflame.
“El estrés es un proceso inflamatorio que afecta profundamente a la piel. Cuando una persona experimenta tanta tensión, su sistema nervioso se altera y libera neuropéptidos, que actúan como neurotransmisores. Estos neuropéptidos envían señales al sistema inmunitario, desencadenando una respuesta inflamatoria que puede manifestarse de varias formas a nivel de piel”, explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour.
Cuando la piel se inflama, “la función barrera de la piel se altera, se vuelve más permeable y vulnerable a irritantes externos. Además, el cortisol, la hormona del estrés, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas, lo que proporciona un entorno ideal para las bacterias del acné y puede llevar a brotes”, aclara Lara González, cosmetóloga en Byoode.
Además, la piel puede responder con hiperpigmentación. “Precisamente por esa razón, nos pueden aparecer manchas debido a la inflamación, que lleva a la producción excesiva de melanina”, añade Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.
“El estrés incrementa la producción de radicales libres, lo que conduce a un envejecimiento prematuro de la piel”, asegura Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique.
Y eso no es todo. “Esa tensión te lleva una piel apagada, envejecida y con brotes de acné, lo que a su vez puede afectar negativamente el estado emocional de la persona, perpetuando el ciclo”, explica Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.
Pero no todo iba a ser malo. De la misma forma que el estrés y la ansiedad tienen efectos negativos, lo mismo pasa al contrario. Y es que cuando estamos bien, la piel está en calma, te mejora el aspecto y también el ánimo.
“Si te ves bien, liberas hormonas del bienestar, como la serotonina, y esa liberación produce que tu piel esté mucho mejor. Sin embargo, con el estrés es todo lo contrario”, afirma la cosmetóloga de Perricone MD, que también es su directora técnica, Raquel González.
¿Qué productos desestresan la piel?
Los cosméticos, la aromaterapia y los nutricosméticos pueden jugar un papel crucial en romper el ciclo del estrés y la piel inflamada. “Mantener el equilibrio del microbioma cutáneo con probióticos es esencial, ya que un microbioma saludable actúa como una barrera protectora y mejora la salud en general”, comenta Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.
A esta lista también se suman otros ingredientes como “los hongos y las setas, que son adaptógenos, es decir, relajan el sistema nervioso y mejoran tanto la salud de la piel como el bienestar emocional, pueden ser unos grandes aliados”, apunta Lara González, de Byoode.
“Lo mismo que la aromaterapia, que nos induce a un estado de relajación que beneficia la piel gracias a opciones como la lavanda o el vetiver”, señala Bella Hurtado, directora dermocosmética de Aromatherapy Associates.
La aromaterapia trabaja tanto a nivel físico como emocional con aceites esenciales y aromas específicos. Cuando los inhalas, las moléculas de los aceites esenciales entran en la cavidad nasal y se envían directamente al cerebro a través del nervio olfativo.
“El nervio olfativo tiene una conexión directa con el hipotálamo, que es una región del cerebro involucrada en la regulación de las emociones y las respuestas fisiológicas al estrés. Y, a su vez, el hipotálamo controla la liberación de hormonas, incluida la producción de cortisol, la hormona del estrés. Por eso, al inhalar ciertos aromas como la lavanda o el vetiver, conseguimos relajarnos”, aclara Bella Hurtado, directora dermocosmética de Aromatherapy Associates.
Para frenar el envejecimiento causado por el estrés, Raquel González, de Perricone MD, recomienda “el acyl glutatión, un activo antioxidante que bloquea las cascadas de envejecimiento al neutralizar los radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células y aceleran la degradación del tejido. Al proteger las células de este daño oxidativo, el acyl glutatión reduce la aparición de arrugas y líneas finas”.
“Para reforzar la barrera cutánea, aceites nutritivos, como el de chía o el de macadamia, son de gran ayuda”, añade.
Y, para tratar episodios de acné, “lo mejor son los ácidos exfoliantes. Eso sí, solo siempre y cuando la piel no esté sensibilizada; en caso de sensibilidad, se deben usar principios calmantes como la centella asiática, la niacinamida o los derivados del cobre”, puntualiza Lara González, la cosmetóloga de Byoode.