Consejos para cuidar la piel en otoño
El otoño no sólo afecta al cabello o a nuestro estado de ánimo, sino también a la piel. Aquí te muestro algunos consejos para cuidar la piel en otoño y que no se vea afectada por el cambio estacional.
El otoño es la antesala del invierno. Durante el verano, la piel inevitablemente ha sufrido los efectos del sol, el cloro o la sal del mar. Así que hay que prepararla a conciencia para que sobrelleve el frío de la mejor forma posible.
Por ello, es fundamental que tengas en cuenta ciertos consejos para evitar que la piel se deshidrate, se seque y aparezcan las temidas arrugas y líneas de expresión. ¡Hay mucho en juego!
Y también es importante que sepas cómo afecta el otoño a la piel.
Cómo afecta el otoño a la piel
El paso del verano al otoño no sólo afecta a nuestra mente, también lo hace con la piel.
Con el cambio de estación, llegan los cambios de temperatura que afecta, y de qué manera, a la piel; en especial a la del rostro que es la que está más expuesta a todo tipo de inclemencias.
El resultado no puede ser peor: la piel se seca, se vuelve tirante y pierde elasticidad, dando lugar a la aparición de arrugas y finas líneas de expresión; además, se apaga, pierde firmeza y pierde su brillo natural.
Como ves, el panorama no puede ser más desolador; pero, no te preocupes, que no está todo perdido. Si tomas notas de algunos consejos para cuidar la piel en otoño, no tendrás que lamentarte.
Consejos para cuidar la piel en otoño
Hidratarse por dentro y por fuera
El sol y el aire hace que la piel se seque y por ello es muy importante hidratarla, por dentro y por fuera.
Lo mejor es hacerlo con aloe vera, que ayuda a hidratarla y calmarla después de la exposición solar, actuando sobre las distintas capas de la piel. Tiene un poder regenerador, calmante y refrescante; además, ayuda a hidratar la piel recobrando así su aspecto fresco y suave.
Además, también es importante hidratarse por dentro, beber más de dos litros de agua es fundamental para nuestra piel y también puede ayudar tomar alimentos como el tomate, la sandía y el pepino.
Mantener la piel limpia
La limpieza es un paso imprescindible dentro de la rutina de cuidado facial. Desmaquillar el rostro y eliminar toda la suciedad y las impurezas ayuda a mantener el bienestar y la juventud de la piel.
No hay que olvidar que el rostro es la parte de nuestro cuerpo que está más expuesta a diferentes factores como el sol, el frío, el polvo, la contaminación. Aparte, aunque no lo parezca también sufre el estrés al que nos vemos sometidos a diario.
La limpieza facial ayuda a eliminar las células muertas, retrasa la aparición de arrugas, proporciona más luminosidad y es fundamental para evitar la aparición de manchas.
Si quieres conseguir una limpieza más profunda, te recomiendo que optes por la doble limpieza: primero lava el rostro con un limpiador facial y aclara con agua tibia para que los poros se abran; y, a continuación, aplica el agua micelar.
No olvides limpiar la piel tanto por la mañana como la noche. Es igual de importante.
Exfoliar la piel todas las semanas
Otro paso fundamental que no debes saltarte. Si quieres mantener una piel radiante y libre de manchas tienes que exfoliar la piel todas las semanas.
Puedes optar por hacerte un peeling en casa. Sirve para eliminar las células muertas, renueva la piel, previene su envejecimiento y activa la microcirculación, aportando más luminosidad.
O, si lo prefieres, puedes optar por el exfoliante de toda la vida. Eso sí, recuerda elegir el más adecuado para tu tipo de piel. Así no sólo podrás disfrutar de una limpieza más profunda, sino que también te beneficiarás de los beneficios de sus ingredientes.
Recuerda que la vitamina E es uno de los antioxidantes más potentes para ayudar a la recuperación de la piel. Lo puedes tomar en forma de semillas, aceites vegetales y nueces y también está presente en hortalizas de hoja verde como las espinacas y el brócoli.
Cuidar la alimentación
Si quieres cuidar la piel en otoño (o en cualquier otra época del año) debes cuidar tu alimentación.
Incluye en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes que, además de prevenir el envejecimiento de la piel, te ayudarán a combatir la aparición de las manchas.
También es importante que tomes vitamina C; promueve la formación normal del colágeno. Puedes encontrar en frutas como el kiwi, la naranja o el limón.
Y no olvides los betacarotenos (zanahorias) que bloquean la acción de los radicales libres (principales causantes del envejecimiento cutáneo; el licopeno (tomates) un potente antioxidantes; y los ácidos grasos omega 3 (frutos secos, atún, bacalao, salmón y sardinas) que tienen propiedades antiinflamatorias, autoinmunes y antienvejecimiento.
En caso de que no puedas tomar alguno de estos alimentos, siempre puedes recurrir a los complementos alimenticios.
Descansar lo máximo posible
Aunque resulte la parte más difícil, hay que intentarlo. El ritmo de vida frenético que llevamos o los niños hacen que no descansemos lo sufiente y eso es fatal para la piel, sobre todo en los cambios de estación.
La fatiga y la falta de suelo favorecen la producción de radicales libres que causan envejecimiento prematuro. Sin embargo, al estar en reposo la piel se oxigena, se produce colágeno, aumenta la elastina y se regeneran las células, todo esto hace que se reduzcan las ojeras, la piel esté más firme, luminosa y elástica.
Así que, si quieres lucir una piel radiante, es muy importante que duermas entre 7 y 8 horas para que la piel esté radiante; y, a ser posible, mejor que sea boca arriba, así evitarás la aparición de las bolsas, las arrugas y la flacidez.
