Doble limpieza facial: Mitos y verdades

Es uno de los rituales forman parte de los 10 pasos de la rutina facial coreana; pero, ¿realmente es necesaria la doble limpieza facial? Aquí te cuento algunos mitos y verdades que se cuentan sobre ella.

Hace unos años me compré el libro «Secretos de Belleza coreanos para una piel radiante» de Charlotte Choo. Me lo recomendaron para iniciarme en el mundo de la cosmética asiática y lo devoré literalmente durante los primeros días de verano.

Mientras lo leía, descubrí que hasta el momento había estado haciendo muchas cosas mal. «En casa del herrero, cuchillo de palo», se suele decir. Y el dicho me definía totalmente por aquel entonces.

Uno de los puntos que más me llamaron la atención fue la doble limpieza facial. Admito que me da mucha pereza limpiar el rostro y desmaquillarme, sobre todo por las noche, pero lo llevo a rajatabla porque soy consciente de que, para tener una piel sana y radiante, no se puede omitir este paso.

Pero, ¿es necesario la doble limpieza facial o es un invento más de las marcas? A continuación, Elizabeth Álvarez, directora del Centro de Medicina Estética InOut de Barcelona, nos desvela qué hay de mito y realidad en este ritual. Y al final del post, te cuento mi propia experiencia.

Doble limpieza facial: Mitos y verdades

La doble limpieza consiste en limpiar el rostro dos veces. MITO.

“Lo primero es aclarar en qué consiste este ritual de higiene cutáneo que idearon
coreanas y japonesas, reinas de una piel de porcelana».

«Incluye dos productos de limpieza diferentes, uno en textura aceite o leche limpiadora, enfocado a retirar el maquillaje, protector solar y cremas, y un segundo en espuma o gel que asegura que no quede rastro de suciedad y que se aclara con agua”, explica Elisabeth Álvarez.

La doble limpieza puede resecar la piel. MITO

“En absoluto, en realidad nos asegura que la piel queda completamente limpia y lista
para recibir nutrientes y regenerarse de noche, de manera que los activos hidratantes,
como el resto, también penetrarán mejor”.

Hay que hacer doble limpieza incluso aunque no nos maquillemos. VERDAD.

“Durante el día sudamos, por lo que hay toxinas, y también se genera grasa en la piel, ya que las glándulas sebáceas están en funcionamiento y son sensibles a los cambios de temperatura. Además la piel se renueva, y eso significa que necesitamos eliminar las células muertas”.

La contaminación ensucia mucho la piel. VERDAD.

“Incluso aunque pasemos el día en casa hay polvo y estamos en contacto de algún
modo con la polución (ventilación, pequeñas salidas de casa, etc). Eso hace que queden
partículas en la piel que nos pueden obstruir los poros y evitar que haya buena
renovación”.

Si uso dos productos de limpieza no necesito tónico. VERDAD.

“El tónico es una solución acuosa que se aplica después de la limpieza. Suele ser hidratante,
calmante o astringente.»

«Hoy en día, con tanta variedad de limpiadores, si escogemos bien no es necesario el uso del tónico después, pues la piel, por sí sola, tiene la capacidad de restablecer su pH. Sin embargo, en personas con acné sí lo recomiendo: el de tipo astringente les proporciona un plus en la limpieza”.

Tendré una piel más luminosa. VERDAD.

“Al hacer una limpieza exhaustiva nos aseguramos de que nuestra piel se puede reparar y
restaurar correctamente durante la noche, lo que se traduce en una piel más sana, lisa y
luminosa”.

La doble limpieza es un gesto para chicas jóvenes porque es tendencia. MITO.

“Este ritual de higiene es para todo tipo de pieles y edades, incluso es especialmente
recomendable en las más maduras. El cutis se regenera cada 28 días aproximadamente,
y a partir de los 30 años se va espaciando el tiempo que tarda en regenerar, por ello
conviene ayudarla”.

Me llevará mucho tiempo. MITO.

“Partimos del error de menospreciar la limpieza facial y dedicarle poco espacio, cuando no debería
quedar ninguna zona del rostro, cuello y escote sin estar perfectamente limpio. En realidad no es un proceso largo: bastan 4-5 minutos”.

Mi experiencia con la doble limpieza

Por desgracia, no siempre he realizado este ritual; y digo por desgracia, porque ahora entiendo por qué las coreanas tienen una piel tan perfecta. Dan especial importancia a la limpieza y la protección solar, dos pilares fundamentales para cuidar el rostro.

Limpiar la piel en profundidad ayuda a eliminar las toxinas y evita la obstrucción de los poros. Si el rostro está limpio está más luminoso y, además, los principios activos de los tratamientos penetran mejor a través de la epidermis y llegan hasta las capas internas.

Y doy fe. Desde que hago a diario la doble limpieza facial, noto la piel mucho mejor. Está más luminosa y el tono más uniforme. Vamos que me arrepiento de no haber puesto en práctica este ritual mucho antes.