¿Verdadero o falso? Estos son algunos falsos mitos sobre la limpieza facial
Cuando hablamos de limpiar el rostro no todo vale. Es importante saber qué hay de cierto en todo lo que se dice y, por ello, conviene desmontar algunos falsos mitos sobre la limpieza facial.
La limpieza facial es uno de los pasos imprescindibles que toda rutina de belleza adecuada debe tener: ayuda a eliminar las impurezas, los restos de maquillaje y es fundamental para potenciar la efectividad de lo tratamientos.
Si la piel está limpia, los productos de cuidado facial penetrarán mejor y los ingredientes activos serán más eficaces. Sin embargo, si los poros están obstruidos, difícilmente podrán pasar.
En otros posts, te hablaba de los tipos de limpiadores y de cuál elegir según tu tipo de piel y hoy me centro en algo que considero también muy importante: los falsos mitos sobre la limpieza facial.
Son muchos los mitos, teorías o remedios que rodean a este tema y, en este post, Carme Chorto, Asesora científica de Eucerin, nos desvela cuáles son los más frecuentes.
Falsos mitos sobre la limpieza facial
Da igual con qué te laves la cara, te sirve hasta el jabón de las manos, lo importante es hacer la limpieza.
FALSO. La cara es una de las zonas más sensibles del cuerpo porque es una parte expuesta a agentes externos durante todo el año, por lo que necesita unos cuidados especiales, así como una higiene específica, efectiva pero que no altere el equilibrio de la piel.
Para las pieles grasas cuanto más alcohol lleve el limpiador mejor, porque así se te seca más la piel
FALSO. El alcohol reseca más la piel y esta responde segregando más grasa para equilibrarla. Además, los lavados agresivos también alteran el equilibrio de la barrera cutánea y la microbiota, promoviendo la inflamación, por lo que se deben elegir limpiadores efectivos pero que no resequen la piel en exceso.
Así que, tengas la piel grasa o seca, es mejor que dejes a un lado el alcohol y lo sustituyas por otros ingredientes más respetuosos.
En el neceser de viaje, mejor las cremas de la piel. Ya usaré el limpiador del hotel.
FALSO. No es sólo falso, si no que también es un error. Cada piel necesita unos cuidados específicos y, por ello, no se puede utilizar lo primero que pillas. Siempre elige un limpiador adecuado que cubra las necesidades de tu piel.
Para eliminar mejor las impurezas hay que hacer movimientos específicos.
VERDADERO. Se recomienda usar el limpiador facial, diariamente, tanto por la mañana como por la noche; y, para aumentar su eficacia, es fundamental aplicarlo mediante movimientos circulares, extendiéndolo sobre todo el rostro. Al acabar, se debe aclarar con agua templada abundante y, después, se puede realizar una última pasada con agua fría para ayudar a cerrar los poros. Es importante no frotar la cara: en casos de acné, puede ser contraproducente.
Es mejor utilizar cepillos de limpieza para mejorar el estado de la piel.
FALSO. La limpieza de la piel, junto con la protección solar, son los cuidados de belleza más importantes. Las partículas del aire, la suciedad y restos de maquillaje sobre la piel pueden provocar la aparición de puntos negros y pérdida de luminosidad.
La limpieza tradicional puede ser lo más recomendado en muchas ocasiones, al igual que el uso de cepillos; sin embargo, el cepillo no siempre es lo mejor. Existen tipos de piel en el que estos tipos de cepillos pueden estar contraindicados. No se deben usar en acné moderado o severo, ya que puede empeorar la inflamación. Tampoco en pieles sensibles con tendencia atópica o psoriasis, ni en personas que tienen rosácea.
Cada tipo de piel necesita un producto específico.
VERDADERO. Cada piel es un mundo y, por ello, los productos destinados a la limpieza del rostro tienen que ser afines a la fisiología de la piel a tratar; es decir, deben tener el mismo pH que la piel (pH 5.5), no producir efectos irritantes ni sensibilizantes y poseer una capacidad de higiene que respete al máximo los lípidos cutáneos.
Si tu epidermis es muy grasa, el PH puede ser menor. En este caso, se aconseja emplear un limpiador específico en caso de sufrir acné o tener la piel sensible.
Si no me maquillo, no hace falta limpiar la piel.
FALSO. Aunque no te maquilles, siempre debes limpiar la piel. La tez casi siempre – sino siempre – está expuesta a a las agresiones externas, independientemente de la estación del año. A lo largo del día, sobre la piel del rostro se va acumulando suciedad que tapa los poros y puede ser un medio que facilite el desarrollo de una gran cantidad de microorganismos que obstaculizan el normal funcionamiento de la fisiología cutánea.
Los expertos insisten en que lavarse la cara por la noche es el mejor tratamiento de belleza, ya que de esta forma garantizas que la piel quede libre de agentes externos que agreden el cutis a diario.
El uso de toallitas desmaquillantes es mejor que no usar nada
VERDADERO. Menos es nada. Aunque no es muy recomendable usar usar toallitas desmaquillantes, es mejor que irse a la cama sin desmaquillar y limpiar el rostro.
Las toallitas desmaquillantes son son fáciles y cómodas de usar y poseen una eficacia probada, por lo que no es de extrañar que se hayan incorporado rápidamente a la rutina de higiene diaria
Gracias a los suaves tensioactivos, los principios activos hidratantes y los excipientes grasos que contiene su fórmula, eliminan el exceso de grasa, impurezas y restos de maquillaje, sin alterar la película hidro-lipídica cutánea.
No obstante, pueden contener alcohol y contribuir a resecar la piel. Debes prestar especial atención a la composición antes de escoger el mejor producto. Y recuerda, las toallitas desmaquillantes nunca realizarán una higiene tan completa y equilibrada como los limpiadores convencionales.
Es bueno frotar mucho con la toalla para eliminar bien los restos
FALSO. No frotes la cara con la toalla, sobre todo si tienes acné. Puede irritar la piel. Además, también es importante tener especial cuidado con los ojos: la piel de los párpados es la más fina y sensible del cuerpo.
En cuanto al secado, los expertos aconsejan hacerlo con suavidad y de forma delicada, acariciando el rostro, sin frotar y siempre con una toalla limpia, libre de bacterias.
El agua micelar es un cosmético complementario a un buen limpiador.
VERDADERO. El agua micelar es tu gran aliada para llevar a cabo una limpieza facial más completa. Limpian, desmaquillan y tonifican la piel del rostro, ojos, labios, cuello y escote; pueden usarse tanto por la mañana como por la noche y no necesitan aclarado.
El agua micelar contiene micelas, unas estructuras moleculares que disuelven en agua sustancias que por ser de naturaleza grasa no podrían ser transportadas y eliminadas en soluciones acuosas. Así, las micelas emulsionan y disuelven cualquier resto de grasa, maquillaje o impurezas de nuestra piel.
Estas lociones micelares se pueden usar para realizar la higiene diaria, dada su capacidad de limpiar de forma suave y delicada. Sin embargo, si necesitamos una higiene más profunda e intensa, es mejor usarlas como complemento para acabar la limpieza con un toque de frescor.
Genial!