Consejos para evitar el síndrome post-vacacional
Todo lo bueno se acaba… Y ¡qué razón!
Nos tiramos todo el año deseando que llegue el verano para coger las ansiadas vacaciones y, cuando nos queremos dar cuenta, igual que llegan se van.
La vuelta a la rutina puede traer consigo lo que llaman el síndrome post-vacacional y, por eso, es importante tener en cuenta algunos consejos para evitar que la vuelta de las vacaciones se convierta en un auténtico infierno.
Los expertos aconsejan no alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar. Es mejor volver de vacaciones un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea más paulatina y no meterse de golpe en ella.
Si eres una persona organizada durante el resto del año, no dejes que el caos invada tu vida e intenta no alejarte de forma descabellada de tus hábitos alimentarios y de ejercicio.
Habituarse nuevamente a los ritmos de sueño y comida puede ser lo más costoso, por eso, se debe ser permisivo con uno mismo y tener paciencia. Procura ser flexible con el cumplimiento de los horarios y la dieta habituales.
Además, darse algun capricho nos ayudará a sobrellevar mejor la vuelta.
Es conveniente desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con el trabajo para que no sea tan brusco el cambio y tomarse tiempo para arrancar y volver a coger el ritmo que se tenía antes de vacaciones.
Practicar deporte ayuda siempre. Está científicamente probado que al hacer ejercicio generamos endorfinas que son responsables de la sensación de felicidad que invade tu cuerpo al terminar de hacer deporte.
Aborda tus actividades laborales progresivamente, en la medida de lo posible. Dedica un tiempo a analizar qué tareas tienes que hacer, prioriza las más importantes y urgentes y comienza por las más sencillas y placenteras.
Es mejor marcarse objetivos a corto plazo para evitar padecer el estrés de la vuelta.
Además, según los expertos, al proponernos retos a corto plazo nos ilusionamos con el día a día, y nos planteamos obligaciones que tenemos que resolver en ese momento.
Lleva a cabo reuniones relajadas de inicio de ciclo, para definir y detallar los objetivos para el período que se inicia, los medios y las expectativas del equipo.
Ejercita como nunca el “Mindfulness”. La meditación puede ser un buen conductor hacia la paz y hacia el relax, cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están de todo menos relajadas.
Centra tuus esfuerzos en vivir el presente con todo lo que él te ofrece e intenta no mortificarte con el fin de las vacaciones que ya pertenecen al pasado.
Tu actitud frente a la nueva situación puede convertirse en tu mejor aliada o tu peor pesadilla para plantar cara al síndrome postvacional. Mantener una actitud positiva, realista y proactiva, es la base para hacer llevadera la vuelta a la rutina y al trabajo.
Pero si, aún con estos consejos, no conseguís superar el síndrome post-vacacional, os recomiendo que probéis la terapia con Flores de Bach.
He vuelto de vacaciones y aunque me ha dado pereza empezar a trabajar es algo que tengo asumido y no me supone un infierno.
Yo axabo de venir y ufff me está costando la vida porque menudo mal humor y ansiedad que me entra pero bueno hay que ir poco a poco
un beso guapa!
El tocador de Mia.